miércoles, 2 de abril de 2014

Ambasmestas


 Ambasmestas

 Desde muy pequeña oí hablar de Ambasmestas, mi madre,  de  niña pasaba  su vacaciones en casa de una  tía abuela mía por lo que tuve la ocasión de ir varias veces.


















Es un pueblecito con mucho encanto, hoy en día solo quedan unos pocos vecinos ya mayores. Pertenece al municipio de Vega de Valcarce.




Está situado en pleno camino de Santiago.  Se puede llegar en coche por la Antigua Nacional VI de Madrid-A Coruña, está  más o menos a la altura del kilómetro 420  o bien por la A 6 Tomando la salida de La Portela. Es de acceso fácil, para aparcar en el desvío de quintela esta el parking del Centro de Turismo Rural Ambasmestas y justo al lado hay otro. 


A la entrada del pueblo está el aula de pesca, la primera vez que fui a este sitio tenía  unos 5 años, mi madre quiso enseñarme  el río en el que se bañaba en verano. No hace mucho se construyó una lago artificial en el que se soltaron truchas arco iris para que los aficionados y los más pequeños puedan practicar el lance de la caña.


 En el  aula hay también  un terrario, un gallinero, zona de descanso, aparcamiento…

Pasada  el aula de pesca nos encontramos con un puente romano.  A pocos metros hacia la derecha antes del puente  una enorme yedra, nos impide ver los restos de una antigua calzada romana que utilizaron los peregrinos durante siglos.



Por debajo del puente se juntan el río Valcarce y el río Balboa puede que de ahí  venga el topónimo de Ambasmestas: lugar donde confluyen dos corrientes de agua.


río Vacarcel






río Balboa

Como muchos pueblos que se encuentran en el Camino de Santiago los peregrinos tienen la posibilidad de pasar la noche, en este caso en un albergue o en el  Centro de Turismo Rural Ambasmestas.



El CTR Ambasmetas: sus habitantes  todavía recuerdan cuando  iban  ahí a comprar la leche recién ordeñada.  Es una casa totalmente renovada pero conservando la estructura que tenía

 




El albergue Das Animas es pequeño, tranquilo y acogedor.




En Ambasmestas se conserva también un molino del siglo XIX, El molino de Fausto y Raquel. Hace un tiempo conocía al dueño del molino que tuvo la amabilidad de enseñármelo  por dentro y explicarme su mecanismo.



Me contó que antiguamente  en el molino se cobraba en grano por moler. Por cada cuartal había que dar un talego, era una medida pequeña, una especie  de cajita.











           Ojos del molino                








piedra de moler




Este cuento se lo contaban a los niños del pueblo y está relacionado con el molino.

Estaba una cerda con sus seis lechones en el prado del molino paciendo apaciblemente cuando, de repente, apareció por allí un lobo hambriento que le dijo:
LOBO: " voy a comer todos tus lechones"

CERDA: no por favor !Déjame alguno!
LOBO: ¡tengo mucha hambre!
CERDA: déjame dos por lo menos; aquellos más pequeños y más delgaditos. Cómete los cuatro más gorditos.
LOBO: bueeeeeeeno...
CERDA: mira, que te parece, tú te pones ahí debajo, ahora que no hay agua en la presa, y yo te los voy echando uno por uno desde arriba, así no se enteran y no sufren tanto...
LOBO: bueno, no sé si fiarme.... Vale...pero cómo trates de engañarme los mato todos y a ti también.

El lobo bajó y esperó a que le echara el primero allí justo dónde cae el agua para mover el mecanismo del molino, pero la cerda, que era muy lista, corrió y abrió la compuerta saliendo  todo el agua de golpe y poniendo el molino a funcionar. Todo el mecanismo empezó a girar y el lobo con él, dando vueltas y medio ahogado gritaba:" para bailón, si queres ou non, para tarabela que me leba o demo...".
 Mientras tanto la cerda recogió a sus crias y corriendo se metieron en la cuadra.

El lobo salió más muerto que vivo por uno de los arcos del molino y río abajo, arrastrado por el agua,  ya nadie lo volvió a ver... Quizá pudo salir en Villafranca, nadie lo sabe...
FIN.



El Camino que pasa por el molino es una ruta muy bonita para hacer senderismo, después de una buena caminata se llega a la  fuente del pueblo vecino, Villafeile.




Por este camino también se llega a los castros de Autares, hoy en ruinas del que solo quedan restos de alguna muralla. Una vez intentamos llegar hasta allí pero  está cubierto de bosque y maleza.



Antiguamente se podía llegar  desde  Ambasmestas por el camino que lleva al cementerio pero con la construcción de la A6 se cortó el paso natural y ahora se accede por  este camino o desde la  Portela.
La gente más mayor recuerda cuando por esa zona se araba para sembrar centeno, salieron vasijas de barro y monedas. La gente pensó que había algún tesoro escondido, buscaron pero sin éxito.


En el centro del pueblo se puede ver  la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, es pequeñita. El día del Carmen es la fiesta del pueblo. En las noches de verano la gente  se junta ahí para pasar un buen rato.















Tiene un retablo  de estilo barroco

























La pila bautismal es muy antigua
Me contaron en el pueblo que la iglesia tiene unos de los sellos más antiguos del camino de Santiago para sellar la credencial de los peregrinos.


Como anécdota os contaré que en Ambasmestas a San pedro se le apolillaron las llaves del cielo,  claro hubo que hacerle unas nuevas.











Cerca de la iglesia, cruzando el rio, hay una bonita
 zona de sombra con mesas y barbacoa, ideal para
ir a comer los días de verano.
























Una de las cosas que más me gustaron fue el palomar, está casi a la salida del pueblo en frente de la fábrica de quesos Veigadarte.


Para la actual quesería se trasformó una vieja fábrica de curtidos que ya era del tatarabuelo del dueño.

Como veis Ambasmestas es un pueblecito lleno de sorpresas, a pesar de sus pocos vecinos se puede ver bastante gente  en el bar  La Rudeira. Recuerdo el último magosto, gente de todas la edades se juntó ahí, unos para echar “la partida” otros para jugar al billar o al futbolín o simplemente para tomar algo.


Os animo a visitarlo seguro que os encantará.



No hay comentarios:

Publicar un comentario