Balboa
Balboa
es un pueblo que está dentro de la comarca de Los Ancares.
Para
llegar hasta este pueblo, hay que ir por la A6 y desviarse en la
salida de La Portela, se sigue en dirección a Ambasmestas, después
se pasa por Quintela, y por último te desvías hacia Balboa.
Las
veces que he ido a Balboa, he hecho actividades muy diferentes: rutas
y excursiones, visitar la iglesia de Santa Marina, ver el castillo,
comer en restaurantes...
A
mi, personalmente, lo que más me ha gustado han sido las pallozas,
el museo La Casa de las Gentes, y las rutas del castillo y del río.
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Una ruta verde que sube hacia el castillo. Es una de las rutas que
más me han gustado, la hice con mi familia una tarde de verano. El
castillo es del s. XIV y hoy en día queda en pie, parte de los muros
y de la fachada. Cuando empieza a oscurecer, se encienden unos focos
que iluminan el castillo. Para mi, es el mejor momento para verlo.
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Una ruta que sigue el recorrido del río, pasando por Balboa, Quintela
y Ambasmestas. Es una ruta ideal para hacer en verano, ya que es un
lugar fresco y con vegetación muy bonita.
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También hay otras rutas que recorren los pueblos de alrededor.
En
Balboa podemos encontrar:
La
palloza de Chis
Es
una construcción de técnicas y estilos tradicionales. Yo nunca he
estado dentro, sin embargo, por fuera, es un edificio que merece la
pena ver.
La palloza de Balboa
Comí
allí por primera vez con mi familia. Fuimos en coche, y aparcamos a
unos 30 metros de la palloza. Hay bastante sitio para aparcar, así
que no hace falta buscar aparcamiento muy lejos.
Es
un sitio que suele gustar mucho a la gente. En la palloza se puede ir
a desayunar, comer y cenar. Aunque también se pueden celebrar
banquetes de bodas, comuniones, confirmaciones...
Para
llegar desde la carretera al restaurante hay un rio sobre el que hay
un puente de madera, y a su lado un parque en el que hay columpios, toboganes y balancines. Al pasarlo, llegamos a una zona con hierba verde, y siguiendo un camino de piedras, llegamos a una de las dos entradas. Antes de entrar vimos que fuera había mesas y bancos de madera donde había gente bebiendo algo y tomando aperitivos. También había una mesa más grande con un banco a cada lado, que estaba cubierta para protegerla de la lluvia, allí suelen ponerse los aperitivos de los banquetes cuando hace buen tiempo.
un puente de madera, y a su lado un parque en el que hay columpios, toboganes y balancines. Al pasarlo, llegamos a una zona con hierba verde, y siguiendo un camino de piedras, llegamos a una de las dos entradas. Antes de entrar vimos que fuera había mesas y bancos de madera donde había gente bebiendo algo y tomando aperitivos. También había una mesa más grande con un banco a cada lado, que estaba cubierta para protegerla de la lluvia, allí suelen ponerse los aperitivos de los banquetes cuando hace buen tiempo.
Dentro, las puertas de entrada son de madera, el suelo es de piedra y en el techo se ve paja y vigas de madera. Cuando entramos, sonaba una música celta que era muy agradable. Había una chimenea en el centro, que se enciende cuando hace frío. Tomamos algo en la barra, y después nos sentamos a comer. Las mesas y las sillas del centro eran de madera, y en los lados, había también mesas y sillas de madera, aunque por el lado de la pared, había un banco que tenía calefacción por debajo.
Es
un lugar fresco en verano por la piedra de las paredes, y cálido en
invierno por la chimenea del centro y la calefacción de los bancos.
Cuando
nos sentamos a comer, yo pedí chuleta de ternera, feixós rellenos
de acelgas, piñones y salsa de queso de cabra, y de postre tarta de
castañas. Lo que más me gustó fueron los feixós, que siempre que
he ido los he pedido. La tarta de castañas también me gusta mucho,
aunque también he comido otros postres como flan de pera, arroz con
leche, y mi favorito, el biscuit helado de almendra con chocolate
caliente. Después de comer, se puede tomar café, infusiones o
chupitos.
Hay
fechas concretas en las que hacen más interesante su visita, como la
noche de San Juan, la noche mágica, el magosto celta, o el Balboa
Jazz. Lo
que más me gustó de la visita, fue lo acogedor que era la palloza,
el edificio de piedra y madera, y la comida de allí.
La
Casa de las Gentes
En
frente de la palloza, hay un museo de muebles y figuras de madera
talladas a mano, que se llama “La Casa de las Gentes”. Parte del
edificio también está tallado a mano, como las escaleras de dentro,
las puertas, el techo... Es un museo que me gustó mucho tanto a mi
como a mi familia. Todo está hecho de madera y está tallado a mano:
sillas, mesas, figuras de madera...
La
iglesia de Santa Marina
Es
una iglesia del s. XVI con cabecera románica. La visite con mis
familia una mañana. Tiene una estructura renacentista y románica
aunque hay retablos barrocos de formas muy precisas y bonitas.
El
horreo de Los Ancares
Lo
vi varias veces, y se puede visitar en cualquier época del año. Es
como una pequeña palloza de madera que está cubierta de paja y
tiene cuatro caras que terminan en forma de pico en el techo. Está
sobre unas patas de piedra por las que no pueden trepar los ratones.
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