domingo, 2 de marzo de 2014

PEÑALBA DE SANTIAGO Y LA CUEVA DE SAN GENADIO



 Peñalba de Santiago


Todos los años en primavera hago una ruta por el Bierzo con el fin de conocerlo un poco mejor. Una de mis preferidas fue la de Peñalba de Santiago. Había oído hablar del Valle del Silencio pero no tenía ni idea de lo bonito que podía llegar a ser.

 


Peñalba de Santiago está  a unos 20 km de Ponferrada, se puede llegar  hasta la entrada de ese precioso  pueblo en coche, la carretera es bastante sinuosa y estrecha  hay que ir despacio (aunque recientemente ha sido arreglada con motivo del futuro mundial de ciclismo de Ponferrada 2014). A la entrada del pueblo hay un parking,  el resto del recorrido se hace a pie.  Es una suerte que no se pueda ir en coche ya que de esa forma se disfruta más  el paisaje y de las calles del pueblo.


 

Dicen que se llama Peñalba por el color de las rocas calizas.
                                     

Nada más entrar te sientes transportado a otra época. El pueblo es digno de ver,  todas sus casas están restauradas, sus calles son estrechas, empinadas y empedradas. Ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional.


Cada detalle del pueblo está cuidado, en la foto de arriba me llamó la atención esta puerta con gatera incluida.



Más o menos en el centro del pueblo se encuentra la iglesia que era en un principio nuestro objetivo ya que es una de las pocas de estilo mozárabe que podemos encontrar en Castilla y León. Una vecina   muy amable me explicó que la iglesia era parte  de  un antiguo monasterio del que no quedaba nada, fundado por San Genadio, el cual había sido obispo de Astorga y se fue para Peñalba huyendo del ruido.  En la foto no se aprecia pero la iglesia está rodeada por un muro.





La iglesia no es muy alta, lo que más me gustó es la puerta de entrada, está formada por un doble arco de herradura de estilo mozárabe sostenido por tres columnas de mármol. También tiene restos de una celosía de madera en una ventana.





 
Se pueden ver unas inscripciones en otra puerta. En su interior está prohibido tomar fotos con flash, y tengo entendido que no abre todos los días.  









La cueva de San Genadio


Pasado un tiempo San Genadio se retiro a una cueva para meditar. Para llegar hasta allí, hay que recorrer unos dos kilómetros por un sendero



 


El paseo es de lo más agradable y el paisaje precioso.


 



Pasamos por al lado del pequeño cementerio de pueblo.








Llegamos a la cueva después de casi una hora, el paisaje fue el culpable. Nos parábamos  cada dos por tres para hacer fotos o comentarios. No hay nada mejor para desconectar del ruido, cuando vas caminando si dejas de hablar con las personas que te acompañan  te das cuenta que lo único que se oye es : El silencio.


En la entrada de la cueva hay una verja y una puerta de madera. Dentro de la cueva solo hay un pequeño altar con San Genadio, un libro de firmas y unas velas. Escondidos entra la roca se ven trocitos de papel,deseos dejados por los visitantes con la esperanza de que se cumplan, yo también deje el mío.







Desde la cueva hay unas magníficas vistas al valle del Silencio, que tiene bien merecido su nombre.


Otras vistas del valle.




Después de ese relajante  paseo, regresamos al pueblo, hicimos una parada más  en la cantina para tomar algo fresquito. Para  los turistas que no conocen el caldo gallego es una buena oportunidad de probarlo, tenía una pinta buenísima.


¡Qué bonito es el Bierzo!


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